Córdoba ha acogido esta semana de octubre unas Jornadas para informar a los agricultores sobre la nueva norma de Uso Sostenible de Fitosanitarios a la que deben adaptarse a partir del 1 de enero de 2014 acogiéndose a la Gestión Integrada de Plagas. Las jornadas han sido organizadas por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural junto al Consejo Andaluz de Colegio Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas, al Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Córdoba y al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Andalucía es pionera en manejo sostenible de cultivos. Actualmente cuenta con más de 1,57 millones de hectáreas bajo técnicas de producción sostenible que cumplen la normativa de gestión integrada de plagas.
Córdoba cuenta con 54.132 ha de producción integrada, 2.343 explotaciones y 55 técnicos bajo 24 APIs (Agrupaciones de Producción Integrada). Los principales cultivos son el olivar con el 75% de la superficie, trigo duro con el 17%, algodón, cítricos y ajo. Además, la provincia cordobesa cuenta con un total de 114.144 ha de agricultura ecológica.
Córdoba cuenta con 216 puntos de venta de fitosanitarios, 103 empresas de aplicación y una empresa en categoría de fabricante.
Para informar al sector sobre todos los requisitos sobre la Gestión Integrada de Plagas que impone esta nueva normativa se está llevando a cabo esta Jornada Informativa que recorrerá todas las provincias de Andalucía hasta el 7 de noviembre sobre el “Uso Sostenible de Fitosanitarios”. El Real Decreto 1311/2012 incorpora los cambios contemplados en la normativa europea en materia de comercialización y establece nuevas obligaciones que van a afectar profundamente la forma de usar estos productos.
Las Jornadas que se han celebrado en el IFAPA Centro Alameda del Obispo de Córdoba van dirigidas a los agricultores, técnicos de campo, de distribución de fitosanitarios y otros profesionales del sector.
En la jornada se han analizado los requisitos para un uso sostenible de fitosanitarios, como carnés de usuario, almacenamiento de los productos, la figura del asesor, documentos de asesoramiento, explotaciones de bajo riesgo, la aplicación de la gestión integrada de plagas (GIP), el uso sostenible de productos fitosanitarios en ámbitos no agrarios y los requisitos para la Aplicación y Distribución de Productos Fitosanitarios.
El profesional en Sanidad Vegetal cobra un papel fundamental como especialista de la producción de alimentos desde la base, será el que garantizará la “salud” de los alimentos que serán consumidos por la población final.